La
dulce y hermosa chica está a merced de su amado. Se sostiene en
puntillas sobre el suelo, parándose por sobre el caballo de madera que
le aguarda con un vibrador. Luego de sentarse, dejando entrar el
vibrador en su sexo no habrá marcha atrás y se da un leve respiro antes
de acomodarlo dentro de sí. Sin duda ver así a mi novia me volvería loco
.Por suerte, ella en el futuro está dispuesta a cumplir este relato :)
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